Personajes.
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Silvina-
Una jibara adolecente de catorce años al comenzar la novela. Hija de Leandra;
se caso con Gaspar a los trece años, tiempo
después de haber sido violada por Galante, el amante de Leandra y padre de Pequeñín.
Vivía en una pequeña casucha con su
madre, el amante de su madre, su hermano y su hermano. Estaba enamorada de
Ciro, su pretendiente antes de verse obligada a casarse con Gaspar. Luego de
que Gaspar huyera y Galante se marchara, Ciro se va a vivir en a la casucha
siendo el hombre que los mantenía, a Silvina, Leandra y Pequeñín. Cuando Ciro
muere Silvina decide amancebarse con Inés
Mercante. Una noche mientras Silvina dormía, Mercante lleva a otra mujer con
los planes de convivir los tres. Pero a Silvina no le agrada la idea y comienza
a peleas con la mujer, Mercante las separa y según la novela dice “Las dos
mujeres debían vivir allí, y la que no quisiera, que desfilara”. Así que
Silvina decide marcharse y regresar a su antigua casa junto a Leandra. Silvina padecía
de epilepsia. Cuando llega a la casa no había nadie todos se encontraban
haciendo sus deberes. Mientras ella miraba el crepúsculo le da un ataque de
epilepsia y cae por el risco hasta llegar a la charca donde su madre se encontraba
lavado. Es allí donde muere ante los ojos de su madre.
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Leandra-
Madre, llevo a nueve hijos en su vientre y en ningún momento en la novela aparenta
ser una madre responsable. Nueve hijos de distintos padres, siete hijos algunos
nunca llegaron a nacer otros ya eran mayores y se habían marchado, solo
quedaban Silvina y Pequeñín. Era amante de Galante, padre de Pequeñín y le da a
su hija para mantener relaciones sexuales, cuando este la amenaza de
abandonarlos. Sin importarle que su hija era una joven de trece años y todo por
miedo a quedarse sin sustento y por miedo a perder a su amante. Después de que
Galantes se marchara ella continúa teniendo amante y llevándolos a su hogar.
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Galante-
Rico propietario que en cada lado tenía
una mujer y por el momento era el hombre de Leandra. Era un asesino, ambicioso
de poder y dinero. Viola a Silvina siendo ella solo una muchachita. Mata a
Ginés para quedarse con sus tierras y su esposa, Aurelia. Cuando obtiene lo que
quiere embaraza a la esposa de Ginés y la hecha de su propia casa, dejándola
sola y desamparada con su pequeño en las calles. Mantiene negocios con Andújar
y juntos deciden montar un negocio en la costa. Cuando tienen todo el dinero
suficiente y completan todos sus pendientes se marchan sin dejar rastro.
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Gaspar-
Hombre de cincuenta años, de facciones repulsivas, mala catadura, pelo
enmarañado y aliento aguardentoso. Marido de Silvina y era muy rudo y grosero
con ella. Siempre estaba dispuesto a descargar un bofetón contra Silvina o
alguna blasfemia. Adicto al alcohol, al juego y a las apuestas. Ambicioso con
el dinero, siempre estaba al pendiente de la vieja Marta para averiguar donde
ella escondía todo su dinero. Su obsesión por el dinero era tan grande que era
capaza de matar a Andújar para robarle. Obliga a Silvina a ir con él para
atacar el plan que tenia junto a Deblas para matar a Andújar ya que nadie
sospecharía de una mujer como ella. Termina matando a Deblas por accidente
pensando que era Andújar. Cuando van a investigar el asesinato aprovecha la
oportunidad le roba a la vieja Marta y se marcha de allí con ayuda de Galante a
otro país.
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Juan
del Salto-Hombre de cuerpo delgado sin flaqueza, de frente espaciosa, piel
curtida por el sol, cabeza con la depilación de la entrada de los años y ojos
grandes en los cuales se puede ver la melancolía. Una persona extrovertida que siempre quería
imponer su ley pero con sanas intenciones. Era viudo. Tenía un hijo llamado
Jacob que se encontraba estudiando en España y la mayoría de las veces se
encontraba pensando en el. Incita a Marcelo a que diga la verdad sobre el
asesinato de Ginés.
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Marcelo-
Un hombre joven noble y reservado. Era el hermano de Ciro y trabaja en las
tierras de Juan del Salto. Presenció el asesinato de Ginés y eso le causaba una
carga mental para el provocándole pesadillas y noches sin sueños. Escucha como
Gaspar y Deblas se juntan para planificar el robo y el plan de acecinar a Andújar.
Marcelo le cuenta a Andújar lo que Deblas y Gaspar tienen planeado para se
prepare para el suceso. Mata a su
hermano Ciro bajo los efectos del alcohol clavándole un cuchillo en el corazón. La policía lo detiene, el confiesa haber
matado a su hermano y muere en la cárcel.
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Ciro- Hermano de Marcelo, joven campesino de veinte
años, responsable y trabajador. No era ambicioso ni egoísta, lo que tenia lo
daba. Estaba enamorado de Silvina y
pretendía casarse con ella pero no puede por qué Silvina fue obligada a casarse
con Gaspar. Cuando Gaspar huye y deja a Silvina, y Galante ya no vivía junto a
Leandra, Ciro se va a vivir con ellas para ayudarlas económicamente. En ese
entonces se convierte un poco holgazán. No trabajaba como antes solo cuando
necesitaba el dinero y cuando no trabajaba holgaba. Muere a causa de los
efectos del alcohol de su hermano con una puñalada en el corazón.
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Andújar-
Un hombre experto a la hora de estafar. Era un canalla profesional, símbolo de
la ambición desmesurada. Estruja a la gente y les da en su tienda menos peso y
menos metros de los debidos. En su tienda venia cosas en mal estado o de mala
calidad y los cobraba a precios exagerados. Era primo de Deblas y lo protegía
de la justicia ya que andaba prófugo. Pero Deblas decide traicionarlo y forma
un plan con Gaspar para robarle y matarle. Marcelo le cuenta lo que tienen
planeado esos dos y decide irse a
refugiarse en casa de un amigo en la bajura. Se lleva consigo el dinero
y lo guarda en la caja fuerte. Cuando regresa se entera que su primo esta
muerto y en ningún momento en la novela muestra algún sentimiento hacia él. Con
el tiempo decide irse a la costa para formar uno de sus negocios con Galante.
Le compra el cerezal a la vieja Marta y cuando esta muere escaba por toda la
tierra con el propósito de encontrar el dinero que la vieja escondía. Encuentra
las ganancias de la vieja que eran unos dos mil setecientos pesos.
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Marta-
Era reconocida como la vieja Marta. “Una campesina arrugada, años, con fama y
hechos de miserable avara, residiendo en la umbría de un cerezal, en una choza
pordiosera, sin más compañía que la de un nieto flaco, emaciado, casi
esquelético, imagen viva de la miseria y del hambre”; así la describen en La
Charca. Todo el dinero que tenía se encontraba escondido esparcido y enterrado
en sus tierras. Cuando se da cuenta que le faltaban cincuenta peso en uno de
sus escondites, sabe que es Gaspar y va a donde las autoridades para delatarlo
y acusarlo de la muerte de Deblas. Cuando su nieto muere se percata que después
de todo le tenía afecto y algo de cariño al pobre muchachito famélico. Se
percata que después de toda esa avaricia y dinero no le pueden dar la compañía
que su nieto le daba. Una mañana va ver si alguien se ha acercado a tocar su
dinero, le de uno de sus ataques de asma. Cuando está llegando ya no puede más
y cae con su mano extendida en la dirección en donde se encontraba el dinero y
allí muere.
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Deblas-
Primo de Andújar. Se había escapado de la cárcel y se escondía en el monte con
ayuda de su primo. Representa la maldad pura, era embustero y un ladrón. Junto
a Gaspar, planea robar y matar a su primo, que este lo defiende de la justicia
y lo mantenía. Pero en el intento haya la muerte por parte de Gaspar. Que lo
mata pensando que era Andújar.
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Montesa-Era el capataz de Juan del Salto. Cuando era joven se
hizo marinero, venia de la montaña. Viajó por todo el mundo como marinero
Cuando se cansó, regreso a
las montañas, se casó con una campesina y obtuvo el puesto de capataz en
la finca de Juan del Salto. Era duro con los campesinos, los trataba con dureza
y utilizaba el látigo cuando pensaba que se lo merecían. Juan del Salto lo reprendía casi todos
los días por lo cruel que es con los campesinos, pero él no encontraba otra
manera de cómo hacerlo. Cuando llegaba a su casa, era otra persona, amable y
atento con sus hijos y esposa. Sus hijos iban bien vestidos y asistían a la escuela. En su casa había educación y buenos modales.
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Padre
Esteban- Era un cura liberal y moderno para
su época. Defendía la teoría de que la única solución a la
decadencia de la clase indígena de campesinos es la fe en Dios. Según él, sólo
la religión los podía salvar de la degeneración y la decadencia en la que se
hallan sumidos. Siempre que pasaba por casa de Juan del Salto, el Padre Esteban
comía con él y dormía allí. Eran muy buenos amigos, siempre hablaban sobre las soluciones a los problemas del
campesinado. Juan del Salto aboga por la salud física mientras que el Padre
Esteban por la salud espiritual.
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Inés
Mercante-
Un hombre campesino, que salva a un niño cuando este se lanza al caudal del rio
a salvar una cabra. Es amante de Silvina después de que Ciro muere. Pretende
que Silvina conviva con él y otra mujer. Silvina no está de acuerdo y el les
dice que si no les gusta que se marchen. Si siendo Silvina la que se marcha.
Capítulo I
Silvina se asoma por el barranco y llama a Leandra, que está en la
charca lavando la ropa. Leandra le grita y pregunta que sucede, Silvina le
contesta que Pequeñín el último hijo de Leandra estaba hambriento. Leandra le
pide que lo entretenga, pero Silvina ya lo había intentado y no había logrado
algún resultado. Silvina mira el paisaje mientras espera a Leandra, piensa en
sus cosas, y ve el cafetal de Galante en lo alto, la tienda de Andújar, las
cabañas de los campesinos, el cerezal de la vieja Marta más abajo, y la
propiedad de Juan del Salto, para quien trabaja Ciro. El hombre que ama
Silvina, pero ella está casada a la fuerza con el gordo, vago, viejo y rudo Gaspar.
Leandra sube del rio y discute con Silvina, le dice que es una vaga y que no
hace nada útil, y que no respeta ni a su marido Gaspar. Galante el amante de
Leandra y padre de Pequeñín. Caso a Silvina con Gaspar para ocultar el hecho de
que la había violado una noche con la amenaza de que abandonaría a Leandra si
no le entregaba a Silvina. Silvina se reúsa pero Leandra le dice que no fuera
tonta que lo hiciera que si no morirían de hambre. Leandra maldice porque los
hombres gastaban sus miserables sueldos semanales en bebidas y en cartas,
mientras que ellas pasan hambre. Llega Gaspar y ambas mujeres le preparan de
comer. Mientras comía dice que ha tenido un enfrentamiento con Montesa, el capataz
de la hacienda de Juan del Salto. Les cuenta que por allí estaba la vieja Marta
y que se ha llevado un golpe y le han quedado las greñas al aire. Gaspar habla
con Silvina a escondidas y le dice que la necesita para ser su cómplice en algo
que trama. Silvina se niega, pero sabe que no puede porque Gaspar es muy violento.
Cuando Leandra se vuelve a reunir y Gaspar se Levanta y se va a dormir.
Capítulo II
Juan del Salto va a verificar cómo los campesinos limpian las hierbas
para preparar el campo. Les da órdenes, diciéndole cómo tienen que hacerse los
trabajos. Los campesinos le aman y le respetan porque es un hombre bueno. Habla
de un crimen que había sucedido, y ve cómo uno de los muchachos se pone
nervioso, Marcelo, y lo cita por la
noche a su casa. Mientras espera la llegada de Marcelo, Juan del Salto piensa y
medita intentando encontrar una solución a la decadencia y degeneración de la
clase campesina indígena. En eso empieza a recordad cuando fue a estudiar;
cuando regreso por la enfermedad de su padre su muerte; La primera vez que el
amor toco las puertas de su corazón. Recuerda los momentos de felicidad, la
dulce esposa que eligió como compañera, la inolvidable felicidad de su primer hijo, las alegrías del hogar ante
la primera suma de dinero economizada; compra de una selva para el fomento del
cafeto. La dura tarea del cultivo, el triste momento de la inesperada muerte de
su amable compañera; la partida de su hijo ya un hombre para emprender estudios
profesionales en la capital de España. Ese recuerdo le recuerdan su soledad y
melancolía y la ausencia de su hijo.
Por la noche, Marcelo va a casa
de Juan del Salto, y confiesa que presencio lo ocurrido la noche en la Ginés
murió. De camino a casa, oyó ruidos y se escondió, viendo cómo Galante mató con
una piedra desde el alto de un árbol a Ginés, que era un campesino responsable
y honrado, para quedarse con su mujer Aurelia. Galante se juntó con Aurelia,
pero al poco tiempo la repudió y acabó viviendo ella como una mendiga. Juan del
Salto le aconseja a Marcelo que es necesario que vaya a las autoridades de que
diga lo que sucedió aquella noche. Pero luego lo descarta. Le aconseja a Marcelo que vaya al médico, que
se alimente bien y cuide su salud. Marcelo le dice a Juan que no le gustan los
problemas ni la bebida.
Capítulo III
Amanece en la finca de Juan del Salto y se habla sobre Montesa quien es el capataz que ayuda a Juan del Salto en
las labores del cafetal. Es fuerte, y utiliza modos muy duros y sin piedad
contra los trabajadores campesinos. Nació en la montaña pero trabajó de mil
oficios en el llano, y siendo cargador del muelle ayudó a un capitán de barco
enfermo que al curarse, se lo llevó con él por los mares de todo el mundo. A
los cuarenta años vuelve a la montaña y se casa. Entra a trabajar para Juan del
Salto como capataz. En su casa es otro hombre, un padre amante de sus hijos y
su esposa. Sus hijos van a la escuela y bien vestidos, siempre con zapatos.
La vieja Marta es una avariciosa que vive de los despojos de los demás y
todo el dinero que gana lo esconde en sus tierras. Tiene un nieto enfermo que
es muestra de la avaricia y tacañería de la vieja. El padre Esteban es amigo de
Juan del Salto. Cuando está de paso se hospeda en casa de Juan, y tienen largas
charlas sobre cómo salvar la degeneración del valle. Juan dice que primero hay
que sanar el cuerpo, y el padre Esteban dice que primero es la salud espiritual
y la fe.
Capítulo IV
Deblas es un fugitivo huido de la cárcel que se esconde en el monte. Es
el primo de Andújar el tendero, y controla todo el juego ilegal de los
campesinos durante los fines de semana. Andújar le da comida y dinero a su
primo. Andújar llegó al valle hace años, ayudó a un viejo de setenta años que
tenía la tienda y estaba amancebado con una joven de veinte años. Andújar se
ocupó de cuidar al viejo y a la joven, y cuando el viejo murió se quedó con
todo, expulsando a la chica y reclamando la propiedad como suya con unos
recibos que encontró de un antiguo propietario. Andújar estafa a los campesinos,
tiene una pesa rota y la utiliza a su favor ya que pesa de más algunos quilos
de lo que debería de pesar. Les vende carnes dañadas productos en mal esta y
les cobra precios exagerados.
Las mujeres hablan del próximo baile que se va a celebrar en Vegaplana,
habrá baile y comida toda la noche. Lo dará un ganadero que ha vendido mucho
ganado en la zona. Gaspar y Deblas planean matar a Andújar para robarle, y
quedan de acuerdo que quien lo debe de matarlo debe ser Silvina. Ya que ella es
una mujer y nadie sospecharía de ella. Marcelo que estaba tumbado en la sombra
de la tienda, oye sin quererlo todo el plan y se asusta. Ciro sigue por la
montaña a Silvina y la aborda, intentando abusar de ella, pero ella escapa en
un descuido de Ciro, que luego se lamenta. Ciro vuelve a la tienda y casi
obliga a su hermano Marcelo a beber, que bebe de mala gana porque odia la
bebida, pero se pone eufórico y se emborracha.
Capítulo V
Las mujeres se engalanan para la fiesta en Vegaplana. Los hombres llevan
camisa blanca, pantalón y chaqueta también blanca, con sombrero de paja de ala
ancha. El machete en la mano. Gaspar les dice a Silvina y Leandra que se
adelanten a la fiesta que más tarde el se reunirá con ellas. Mientras tanto va a la choza de Marta a
espiarla. La sigue silenciosamente y encuentra el lugar donde tiene enterrada
una tinaja con dinero, y roba un poco para poder volver otras veces a robar
mas. Después, vuelve a la fiesta donde la gente baila sin parar, bebiendo,
fumando y dejándose llevar por la música. Ciro consigue bailar con Silvina y le
dice que por la noche irá a verla a su cabaña, aunque esté Gaspar. Silvina se
desmaya al salir de la fiesta, por la epilepsia que sufre, pero se recupera y
vuelven a la cabaña. En una habitación están Galante y Leandra, y en la otra
Gaspar y Silvina. Ciro se cuela por el suelo de la cabaña, quitando unas
tablas, y cuando va a acercarse a Silvina, se oyen ruidos, se despierta Galante
y manda a Leandra a buscar a Silvina que tiene que aguantar sus abusos. Ciro
logra escapar sin ser visto.
Capítulo VI
Juan del Salto le escribe cartas con su hijo Jacobo, que estudia leyes
en España. Jacobo tiene una visión idealizada de su tierra natal, pero su padre
trata de hacerle ver la realidad. Llueve mucho y el trabajo se retrasa. Juan
del Salto ve a Montesa pegar a un campesino y lo llama para reñirle. Montesa es
partidario de mano dura a quien se rebele mientras que Juan es partidario del
diálogo y la educación sin malos modos. Marcelo se recuerda del plan ente
Deblas y Gaspar de matar a Andújar. Marcelo decide que no se lo contra a Juan
del Salto y que tampoco ira a las autoridades.
Uno de los diques se rompe, y la lluvia hace que el caudal del rio se
desborde lo que causa el comienzo de las inundaciones. Todos ven como el
torrente se lleva todo menos un árbol, en donde esta un muchacho de unos
catorce años, que se lanza al rio para intentar salvar una cabra. El muchachito
logra salvar a la cabra pero el queda atrapado en el poder de las aguas sosteniéndose
del árbol, donde estaba la cabra. Inés uno de los campesinos, consigue llegar
hasta el niño, logra regrésalo a la tierra con vida y todos los que
presenciaron el acto, le aplauden.
Capítulo VII
Marcelo consigue hablar con Andújar y le hace prometer que no dirá nada
al respecto de lo que le hablaran. Marcelo le cuenta a Andújar el plan de
Gaspar y de su primo Deblas. Andújar queda muy sorprendido ya que no espera tal
cosa de su primo. El primo al que él había escondido de la justicia, al que le
había dado techo, comida y trabajo. Andújar tenía unos negocios con Galante en
el llano. El día del plan de Deblas y Gaspar, Andújar cierra temprano la tienda
y se lleva el dinero con la intención de pasar la noche en el llano y guardar
el dinero en la caja fuerte. En la noche
Gaspar se lleva a Silvina para llevar a cabo su sucio plan, Se encuentran con
Deblas y los tres se dirigen hacia la tienda de Andújar. Deblas va a ver si
Andújar está durmiendo pero se da cuenta de que se ha marchado, y habla con
Gaspar diciéndole que su plan tendrá que realizarse otro día. Deblas decide
irse por su cuenta a la tienda de Andújar para robar, y a la vez Gaspar decide
lo mismo; llevándose con él a Silvina. Deblas llega antes, fuerza la puerta,
come algo, roba lo que puede, bebe alcohol y como le entra sueño se acuesta en
la cama de Andújar quedándose dormido. Mientras llegan Gaspar con Silvina y
oyendo que alguien duerme en la cama. Silvina muerta de miedo, se desmaya y
Gaspar pensando que era Andújar quien estaba en la cama despertándose, lo mata
clavándole un pico en la cara. Gaspar piensa que Silvina ha muerto y huye.
Silvina se despierta y huye horrorizada al ver al muerto, pensando que la
persigue. Ciro encuentra a Silvina, que está en estado de pánico.
Capítulo VIII
A las cuatro de la madrugada Andújar regresa; al ir abrir la puerta del
ranchón, se encuentra con la verja descerrajada, se sorprende y cautelosamente
entra a la tienda. Al entra se encuentra con la tienda regada, sin tocar nada
va a buscar al segundo comisario. Andújar regresa con el comisario a la tienda,
encuentran el cadáver de Deblas y con este acontecimiento sombrío, mandan a
buscar a la autoridad del poblado. El juez, la policía y el médico llegan a la
tienda de Andújar al mediodía. Levantan acta de todo lo que ven y comienzan a
interrogar a los campesinos. Nadie sabe nada. Encuentran un sombrero roto y
todos los campesinos saben que es de Gaspar pero nadie dice nada. El juez
detiene a Andújar y a Ciro. Piensa que ha sido un crimen en grupo.
Gaspar se comporta como si nada hubiera ocurrido y cuando vuelve Silvina
entierra su ropa ensangrentada. Gaspar decide robar a la vieja Marta y escapar
del monte. Leandra también sospecha de Gaspar pero calla igual que los demás.
El juez cita a Marcelo a declarar y éste dice que su hermano Ciro fue a dormir
a casa la noche del crimen. El juez los deja libre a todos por falta de
pruebas. La vieja Marta recuenta su dinero enterrado y ve que le faltan
cincuenta pesos. Lo cambia de sitio y va a la Policía Federal a contar que el
dueño del sombrero es Gaspar. Gaspar logra huir antes de que llegue la policía
y Galante le ayuda a escapar a otro país en un barco. Los farmacéuticos prueban
que las manchas en la ropa de Ciro eran de sangre. El proceso se anuló porque
todo eran contradicciones y Ciro también fue puesto en libertad.
Capítulo IX
Ya ha transcurrido un año desde los acontecimientos del ranchón. Es la
recolección del café y Juan del Salto medita sobre el crimen y sabiendo que
podría testificar, decide no hacerlo porque hay mucho trabajo en la finca. Galante
y Andújar montan su negocio y Galante abandona a Leandra y a Silvina. Ciro se
va vivir con Silvina, Leandra y Pequeñín. Andújar vuelve a su tienda y le
compra el cerezal a la vieja Marta. La vieja lo vende por cuatrocientos pesos,
escritura y con el derecho a quedarse en su casucha hasta que se muera.
El doctor Pintado y el Padre Esteban analizan el caso del nieto de
Marta. El doctor le receta unas medicinas pero sabe que es inútil. Cuarenta o
cincuenta campesinos acuden a que los examine el doctor. El doctor y el Padre
pasan la noche en casa de Juan del Salto. Discuten sobre las ventajas e
inconvenientes de la vida en el llano o en la montaña. El Padre Esteban dice
que hay que construir un templo en cada montaña. El doctor Pintado dice que hay que
construir un blanco en cada montaña. Juan
del Salto dice que hay que construir un gimnasio en cada montaña. Políticamente
los tres son liberales. Juan defiende la sanidad física, el Padre defiende la
salud moral y el doctor los bienes materiales. Nunca llegan a un acuerdo.
Capítulo X
El nieto de Marta muere en Febrero. Los vecinos lo sepultan, por piedad,
el cuerpo del niño, en una fosa que ellos mismos cavan en el cementerio del
pueble. La vieja Marta queda sola y sufre mucho y de percata que después de
todo le tenía algo de afecto a su nieto famélico, se percata de que le hace
falta su compañía. Marta recae de su asma y muere intentando llegar al cerezo
donde enterró la tinaja con el dinero. Se queda en el suelo con los ojos
abiertos y señalando hacia el cerezo. Andújar encuentra el dinero enterrado en
la choza y se queda con dos mil trescientos pesos. El empleado de Andújar
encuentra la tinaja bajo el cerezo y con el dinero monta otra tienda en el llano.
Ciro trabaja solo cuando necesitan dinero. Otros días se queda en casa
durmiendo o holgazaneando. Los domingos gastan lo poco que tienen en carne. En
uno de sus días de poco trabajo, Ciro y otros campesinos conducen un grupo de
mulas con productos de la granja para venderlos en el llano. De camino al llano
paran varias veces para beber ron. Marcelo está débil y enfermo y le ofrecen
ron con agua para que se anime. Acepta beber el ron y en el viaje de vuelta
está borracho y maltrata a su mula. Sigue bebiendo y se cae de la mula. Ciro
intenta ayudarlo pero se pelean. Marcelo le quita el machete y se lo espeta en
el corazón. Marcelo huye al bosque pero la policía lo encuentra en su choza, lo
detiene y el confiesa haber matado a su hermano.
Capítulo XI
Silvina siente gran dolor al enterarse de la muerte de Ciro. Juan del
Salto se va de viaje con su hijo Jacobo por Europa cuando este termina sus
estudios. Marcelo muere en la cárcel enfermo. El negocio de Andújar y Galante
prospera cada día más. Silvina se junta con Inés Mercante que hace cosas que
ella no soporta. Ella decide abandonarlo cuando una noche lleva a otra mujer a
la cabaña. Mercante pretende que vivan juntas y Silvina no está de acuerdo y se
enreda a pelear con la mujer. Inés las separa y les dice que si no están de
acuerdo que se marchen. Silvina decide volver a la choza de su madre pero no
hay nadie. El nuevo hombre de Leandra trabajaba, Pequeñín estaba de compras y
Leandra lavando ropa en la charca. Mientras contempla el paisaje sufre un ataque
de epilepsia y cae por el precipicio yendo a parar muerta a la piedra donde su
madre Leandra lavaba la ropa cada día. Allí
Leandra grita al ver el cuerpo de su hija. Silvina allí tendida con su brazo al
corriente del rio; como si dejara saber que toda su tristeza se acabara, que
toda su tristeza será llevada por la charca.
Desenlace
Al
final de la novel muere la vieja Marta, Ciro, Marcelo y Silvina. Cada muerte
provoca sentimientos de reproche o
tristeza en alguien. La vieja Marta muere con el reproche de soledad y de no
haber cuidado mejor a su nieto. Cuando Ciro muere causa una tristeza muy grande
para Silvina y para Marcelo le causa un sentimiento de reproche, por haber
bebido demasiado y haber matado a su hermano. La muerte de Silvina le causa a
leandra algo de reproche por no haber sido buena madre y tristeza al ver como
su última hija muere.
Conflicto de la novela.
El
conflicto de la novela son los problemas sociales, económicos, políticos y
morales.
Tema de la novela.
El
tema es la descomposición de la ruralidad puertorriqueña y la falta moral entre
todos los personajes.
Opinión
La Charca es una novela en la que se muestran los
problemas que ocurrían en Puerto Rico a finales del siglo XIX. Es una novela
realista, deja saber lo que de verdad ocurría aquí en Puerto Rico. Es un poco
latosa pero tiene uno que otro momento emocionante. La mayoría de la novela habla sobre los
momentos desilusionantes, avariciosos y egoístas de los personajes.